VENEZUELA Reactor Nuclear del IVNIC - THE STORY of RV-1

 


Eso fue posible gracias a los esfuerzos de Humberto Fernández-Moran (Fig 2), quién además participó como miembro de la delegación oficial venezolana a la Conferencia Internacional sobre Utilización de la Energía Atómica con fines pacíficos, celebrada en Ginebra en agosto de 1955.

Dr. Fernández Morán ante el microscopio electrónico

Las expectativas para el reactor eran múltiples: Este poderoso adelanto permitió a Venezuela producir isótopos radiactivos (cobalto, oro, sodio, potasio, talio, etc.) lo cual sirvió para satisfacer sus propias necesidades y las de países vecinos. Permitió también irradiar diferentes tipos de plantas con neutrones y rayos gamma, para acelerar la frecuencia de mutaciones y producir especies nuevas, de gran valor para la agricultura nacional. Asi mismo se pudo esterilizar insectos dañinos (como el gusano de monte), preservar cosechas y alimentos en gran escala.

Proporcionó extraordinarias facilidades a la Petroquímica Nacional para producir modificaciones en plásticos y derivados el petróleo. Además, al disponer de un reactor nuclear avanzado, se podrá atraer personal científico de primer rango internacional, proporcionando facilidades óptimas de entrenamiento al personal venezolano. El reactor nuclear colocó al país en el campo clave de la energía nuclear y contribuyó a mantener la posición alcanzada en otros aspectos.

Debemos recordar que para el año 1956 Venezuela era el país más rico de la América Latina, había alcanzado una estabilidad económica envidiable. Los precios del petróleo se habían disparado gracias a la nacionalización del canal de Suez y los conflictos en el medio oriente. Lo cual hacia a la nación un surtidor seguro y confiable para las industrias norteamericana. Para esa época nos encontrábamos en plena Guerra Fría. Ante el temor del avance del comunismo, el Departamento de Estado de USA apoyaba a dictaduras desarrollistas del continente, con tal de impedir el avance del comunismo y la influencia soviética. Dentro de la política de Pérez Jiménez se encontraba la construcción de obras faraónicas como el IVNIC y grandes autopistas. El dinero proveniente del petróleo le sirvió para financiar esos proyectos.

El Final de una Utopía

En enero de 1958 el gobierno de Marcos Pérez Jiménez estaba desmoronándose y ya habían salido del régimen Pedro Estrada y Laureano Vallenilla Planchart. Fue entonces cuando el presidente nombró a Humberto Fernández Moran como Ministro de Educación. El dictador se buscó al hombre más prestigioso de su administración para dirigir este ministerio. Pero ya “la suerte estaba echada” y el gobierno es derrocado el 23 de enero de 1958. El Dr. Fernández Moran partió al exilio cargando las culpas de esta situación. Es evidente que al Dr. Fernández Moran no le quedó otra alternativa que aceptar la propuesta del ministerio al hombre que no había escatimado en darle todos los recursos para la construcción del IVNIC. (Fig 3)

Como siempre, cuando se desploma un gobierno de manera violenta, todo lo que recuerde a su nombre o a sus obras es desacreditado o le es cambiado el nombre. El IVNIC no fue la excepción, la Junta de Gobierno mediante el decreto N° 591 del 9 de enero de 1959 6, le cambia el nombre al IVNIC y desde ese momento se llamará IVIC (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas). La dirección de la institución pasó a manos del Dr. Marcel Roche y desde entonces estuvo adscrito al Ministerio de Sanidad.

Conclusión

Durante la década de los 50’, Venezuela fue el primer país de América Latina en entrar a la era nuclear, gracias al proyecto de Átomos para la Paz impulsado por el presidente de los Estados Unidos. El uso pacífico de la energía atómica no es una utopía, podemos usar dicha energía para impulsar y desarrollar el país. No hay que temer a otros tipos de energía, que nos ofrezcan un futuro de desarrollo, mejor que el de los combustibles fósiles, cuyo ciclo parece terminar. Lo cierto es que tuvimos un reactor nuclear en el instituto de investigaciones científicas más prestigioso de Latinoamérica y hoy en día se encuentra desmantelado. En la actualidad el Reactor del IVIC ha dejado de funcionar y los proyectos de investigación que involucraban su uso han sido cancelados.

Si bien es cierto que no debemos vivir de glorias pasadas, debemos recordar que -por su posición estratégica y económica- fue nuestro país el primero en ser seleccionado para el programa atómico de uso pacífico, como en otro momento también fue nuestro país el primero en tener el DDT, luego de la segunda guerra mundial.





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