Curacao : Por que los paises bajos podrian ser la puerta de occidente hacia venezuela



La clausura de las fronteras entre Venezuela y las islas caribeñas de Aruba, Bonaire y Curazao convirtió a Holanda en uno de los jugadores clave en la crisis venezolana.
Pero, ¿cómo es posible que de la noche a la mañana un país europeo adquiriera una importancia estratégica en los asuntos geopolíticos de América Latina? La respuesta radica precisamente en estas tres islas del Caribe.

Rastros del colonialismo

Las islas de Aruba, Bonaire y Curazao se encuentran a unos 8.000 kilómetros de los Países Bajos, mientras que la distancia que las separa de América Latina es de unas pocas decenas de kilómetros.
No obstante, estos territorios comparten la mayoría de sus tradiciones tanto con el Caribe como con el país europeo. Incluso el idioma que se habla en estas islas, el papiamento, deriva del holandés con algunos aspectos del español y portugués.
Ello se debe al hecho de que estas islas fueron colonizadas por los Países Bajos en el siglo XVII, y obtuvieron su parcial independencia tan solo en 1986 y 2010.
Fue entonces cuando Aruba y Curazao se convirtieron en estados autónomos del Reino de Holanda. Por su parte, Bonaire goza de la condición de un municipio especial.
Esto significa que a pesar de su independencia, en cuestiones políticas y gubernamentales, las decisiones relacionadas con la defensa y asuntos exteriores se toman en Ámsterdam. 
A pesar de las diferencias existentes entre las islas ABC y Venezuela, hasta hace poco las dos partes disfrutaban de unas relaciones económicamente beneficiosas. Así, miles de turistas venezolanos viajaban a estas islas.
Pero este intercambio económico se vio interrumpido en febrero de 2019, cuando el Gobierno neerlandés reconoció a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela.

¿Qué peligro representan las islas para Venezuela?

El 19 de febrero el Gobierno de Venezuela emitió la orden de cerrar las fronterasmarítimas y aéreas con las islas ABC, pero no es la primera vez que ocurre algo similar.
Así, en enero de 2018 las fronteras con las islas de Aruba, Bonaire y Curazao fueron cerradas durante 72 horas para prevenir el contrabando de oro venezolano, según afirmó el presidente del país, Nicolás Maduro.
En esta ocasión la razón del cierre es diferente: el 14 de febrero el ministro de Relaciones Exteriores de Holanda, Stef Blok, dijo que la isla de Curazao sería usada como punto de acopio de la ayuda humanitaria que se enviaría a Venezuela.
Además, según informa el canal BBC, las islas ya recibieron suministros humanitarios procedentes de EEUU, un hecho que fue corroborado por el primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, y un representante de Juan Guaidó.
El propio presidente autoproclamado dijo que la ayuda humanitaria almacenada en Colombia, Brasil y Curazao será enviada a Venezuela el 23 de febrero.
Por su parte, Caracas rechaza el ingreso de ayuda humanitaria que impulsa la oposición, por considerar que se trata de un pretexto para invadir y propiciar un golpe de Estado contra Nicolás Maduro.

Venezuela atraviesa una crisis política que se agravó el 23 de enero, cuando el diputado opositor Juan Guaidó, elegido titular del Parlamento unicameral pero desconocido por el Tribunal Supremo de Justicia, se autoproclamó presidente encargado del país.
Inmediatamente fue reconocido por EEUU, varios países de la región y casi todos los miembros de la UE.
Rusia, Bolivia, China, Cuba, Irán y Turquía reafirmaron su respaldo al actual Gobierno venezolano.

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